Blandiendo una guja divina y aguas sagradas, el rey dragón Zaahen gobernó los mares del este. Sin embargo, una profecía aseguraba que su ira se sobrepondría a su compasión, resultando en letales inundaciones. Zaahen se retiró a las profundidades de su palacio… hasta que un intelectual se atrevió a descender en busca de la verdad que albergaba el dios de las olas. Conmovido, Zaahen lucha ahora contra la ruina que estaba en su destino provocar.