Milio es amigo de todos en las Tierras Invernales y esparce alegría dondequiera que vaya. Su don para la magia de hielo es tal que se convirtió en el primer mago capaz de conjurar a sus propios Guardianes Espirituales, lo que sin duda llamó la atención del Rey Poro. El joven, que ahora se desempeña como miembro de la corte real, tiene una sonrisa tan contagiosa que hasta podría convencer al Rey del Hielo de que cambie de opinión.