Lillia sueña con ser la mejor jugadora de bolos de toda la liga. El problema es que no hay nada que la ponga más de los nervios que el atronador sonido de la bola golpeando los bolos. Ahora sigue una nueva estrategia: tira con la mayor delicadeza posible y se disculpa con los bolos que tumba. ¡El primer puesto será para ella!