Relatos sobre un viajero bromista y su habilidad para el combate llegaron a oídos del general Darius. Convencido de que la destreza marcial del peculiar nómada sería perfecta para pilotar un Avalon, Darius lo reclutó y lo ayudó a mejorar sus ya de por sí rápidos reflejos dentro de la cabina. Con su talento y su impredecible mente, Wukong será protagonista de un sinfín de victorias… siempre y cuando sus superiores le permitan hacer alguna que otra travesura.