Los espíritus gemelos traen consigo el final del día en una versión de un mito jonio. Se trata de Medianoche, el hermano, y Luz de luna, la hermana; dos caras de una misma moneda celestial. La noche se extiende bajo el velo del hermano, inundando todo el firmamento como un lienzo negro sobre el que su luminosa hermana baila, dejando tras de sí una estela de estrellas.