Pesada era la corona de T1, pues muchos anhelaban arrebatarles la Copa del Invocador a los actuales reyes. A escala mundial, ante escépticos y adeptos, BLG puso a T1 contra las cuerdas. Sin embargo, el Rey demonio se negaba a doblegarse, y Sylas se alzó para hacer su voluntad. Mostrando los dientes y liberándose de todos los grilletes, T1 demostró que su dinastía era inquebrantable. Incuestionable. Incomparable.