Sona saca su lado más dulce para la experiencia kanmei en el manantial del florecer espiritual. No hay músculo ni mente que se resista a sus embaucadoras melodías, combinadas con el suave vapor de la sauna. Sus baños sonoros diarios siempre cuentan con muchísimo público, pero es en las actuaciones nocturnas donde saca a relucir toda su destreza musical, ¡con una persona de público basta!