Los mortales abrumados por el dolor y el miedo pueden rezarle a la Devoradora de Pesares para aligerar sus cargas. Pero ese alivio tiene un precio. Un relato cuenta la historia de una mujer cuyas emociones la convirtieron en presa de un demonio. La Devoradora de Pesares le ofreció devorar sus deseos y recuerdos. Cuando la Devoradora se sació, la mujer se sintió en paz, libre de dolor... y de sentimientos.