La joven boticaria, tan tierna y pura de corazón... Nos buscó para salvar a su irresoluta especie. Su mente era tierra fértil. Echamos raíces y crecimos con libertad. Porque somos de lo más benevolentes. Bajo nuestro sutil cuidado, aprendió a sanar su cuerpo y expandir su mente. Sus pacientes deberían estar agradecidos. Sus vidas ahora tienen un propósito.