Aquellos que buscan la libertad pueden ofrecer plegarias un espíritu ancestral: la Alegría Revoloteante, la salvadora de las almas perdidas. Hay una historia que habla de una pequeña ánima que quedó atrapada entre las raíces de un árbol. La pequeña ánima luchó en vano, hasta que el espíritu arrancó las raíces que la aprisionaban. El ánima se regocijó con el sabor de la libertad. La libertad era una bendición que, según se dice, la Alegría Revoloteante otorga a todos aquellos a los que conoce.