Su armadura está confeccionada con suave madera de verano y serbal. Las piedras que lo adornan se cortaron antes del tiempo en que los dioses danzaban entre los árboles. Incluso ahora, Hecarim recorre los ríos poco profundos y los caminos musgosos del Bosqueviejo... Es el guardián atemporal que protege el bosque de los anhelos más oscuros de la humanidad.