Graves, quien fue desencadenado en el multiverso por tecnología Pulso de Fuego imperfecta, no es más que una de las innumerables hordas de merodeadores pretorianos que ahora atormentan el espacio-tiempo. Su programación es diferente a todo lo que se conoce de cualquier pasado, presente o futuro conocido; cada uno de sus pensamientos es tan complejo que le tomaría a un humano diez vidas para poder comprenderlo.